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TU PIEL

La epidermis contiene entre un 20 y un 30 % de agua. Es esencial mantener este nivel de hidratación limitando la pérdida insensible de agua.

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¿Por qué es importante cuidar el cuerpo y la piel?

La piel es una importante barrera protectora del cuerpo contra las agresiones externas (viento, temperaturas extremas, contaminación, etc.). Cualquier alteración de su equilibrio puede afectar a la salud del organismo.

Algunas zonas pueden tener necesidades especiales, ya que la estructura de la piel varía según la parte del cuerpo. La textura es diferente entre las manos, los pies y el abdomen, por ejemplo.

El lavado diario te permite:

  • Eliminar de la piel el polvo y la suciedad, que pueden causar problemas cutáneos;
  • Eliminar el sudor y el desagradable olor corporal;
  • Limitar el riesgo de propagación de gérmenes y contaminación, incluso mediante una buena higiene de manos;
  • Refrescarse, recuperar energías y relajarse.

En segundo lugar, los productos para el cuidado del cuerpo ayudan a:

  • Mantener una piel sana, por ejemplo, evitando molestias como la piel “escamosa”, las manchas ásperas o la pérdida de firmeza;
  • Retrasar el envejecimiento de la piel;
  • Bienestar físico y mental.

¿Cómo puedo cuidar mi piel sensible?

Para conseguir una piel suave y flexible durante mucho tiempo, recomendamos esta rutina de cuidado corporal.

Cuidado de la piel en la ducha

El agua por sí sola no es suficiente para lavar el cuerpo. Las impurezas deben eliminarse con un producto de ducha como una barra dermatológica, o cualquier otro gel de ducha que sea respetuoso con la piel sensible. Así se evita el riesgo de sequedad y la tirantez que provocan los jabones convencionales.

Para evitar los mismos riesgos, también debes asegurarte de no enjuagar con agua demasiado caliente. Esto deteriora la película hidrolipídica, una capa aceitosa que protege tu piel del medioambiente.

Además, se recomienda optar por una ducha en lugar de un baño para disminuir el tiempo de contacto con el agua del grifo con un contenido de cal que reseca la piel y de cloro que irrita la epidermis.

Por último, sécate con suavidad dando toques con la toalla en lugar de frotar enérgicamente.

Exfoliación semanal

Una o dos veces por semana, utiliza un exfoliante corporal para eliminar la piel muerta y las impurezas. Así, la piel se beneficiará aún más de las propiedades de tu crema hidratante corporal.

Cuidado corporal hidratante

Hidratar la piel del cuerpo todos los días y, en particular, después de la exfoliación, ayuda a mantener la película hidrolipídica de la epidermis formada por agua y grasa. Avène ha formulado para ti cremas corporales hidratantes y también una línea especialmente adaptada para las manos, una zona del cuerpo sobrexpuesta.

Estos productos de cuidado te ayudarán a mantener tu piel brillante, a protegerla, a prevenir la sequedad y a retrasar el envejecimiento de la piel.

Protección solar

Protegerse del sol es esencial para mantener la piel joven y sana. Descubre nuestros productos de protección solar adaptados a los diferentes tonos de piel y sensibilidades. Una aplicación más frecuente en zonas del cuerpo especialmente expuestas, como el escote, las manos y los brazos, puede prevenir y disminuir la aparición de las manchas de la edad.

También hay que procurar permanecer a la sombra durante las horas de mayor exposición, normalmente entre las 12 y las 15 horas.

Protección invernal

En invierno, asegúrate de cubrirte con ropa de abrigo para proteger tu cuerpo del enrojecimiento, la tirantez y el picor asociados a las intensas variaciones de temperatura.

El aire seco de los hogares debido a la calefacción es también la principal causa de la sequedad de la piel en el invierno. Por lo tanto, tiene sentido recurrir a productos de cuidado corporal enriquecidos, que contengan Cold Cream, para hidratar y proteger la piel contra los elementos del clima.

¿Cuál es el producto para cada tipo de piel?

La textura de los productos para el cuidado del cuerpo varía en función de tu tipo de piel  y de los problemas encontrados.

La temperatura también puede influir en la elección del producto corporal. Elige productos de cuidado corporal de textura enriquecida, como los bálsamos, cuando haga frío, y productos con texturas ligeras en verano, como lociones o cremas que se absorben más rápidamente por la piel.